Dentro del plan para implantar nuevos sistemas energéticos que opten por las energías renovables sostenibles, el diputado de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral de Guipúzcoa, José Ignacio Asensio, y la directora de Medio Ambiente, Mónica Pedreira, han presentado el proyecto de las Cooperativas Ciudadanas Energéticas en la comarca de Tolosaldea, comarca del territorio histórico de la provincia, a los representantes municipales.
La Diputación se ha presentado a los fondos europeos a través de Euskadi Next, una línea de ayudas para que los ayuntamientos de la zona, de la mano de sus ciudadanos, puedan aprovechar esos recursos económicos, para acelerar la transición energética, centrada en el despliegue del autoconsumo y promoción de energías renovables.
Asensio ha destacado que “la tan necesaria transición energética es uno de los retos que tenemos como sociedad, ya que además de combatir el Cambio Climático, es el mejor instrumento para erradicar la vulnerabilidad energética que afecta a más de 62.000 hogares de Guipúzcoa”.
Energía km 0 sin ánimo de lucro
La creación de cooperativas, sin ánimo de lucro, hará posible la existencia de infraestructuras energéticas de una dimensión significativa (parques solares de entre 1 MW a 5 MW de potencia), que generarán energía de cercanía (kilómetro 0), con el objetivo final de que las personas o familias que formen parte de la cooperativa se aprovechen de las economías asociadas a las instalaciones fotovoltaicas, identifiquen como propias dichas instalaciones y generen en las mismas un volumen de energía equivalente a todo su consumo eléctrico. La gestión y viabilidad de estos proyectos se basa en la adquisición de una parte de la propiedad de la cooperativa por sus consumidores, con un coste equivalente al consumo energético de su vivienda.
Cada cooperativa construirá y operará instalaciones con un coste de generación estable por un plazo de operación de al menos 25 años y será gestionada para un volumen importante de personas o familias. Los resultados revertirán a los cooperativistas en sus facturas eléctricas con una disminución de aproximadamente 20-30% en su factura de luz, de manera que cada cual verá anualmente el resultado de la generación de su instalación, tanto en términos económicos como eléctricos, y podrá evaluar el impacto de las mismas en términos ambientales, de sostenibilidad, de generación de riqueza para su entorno y de impacto en la propia economía de su consumo.
Los proyectos se llevan a cabo junto con el Ente Vasco de la Energía y la ingeniería promotora Krean, del grupo Arrasate/Mondragon, que son los instaladores de dichas cooperativas ciudadanas de energía solar llamadas ekiolas en Gipúzcoa. En el mes de mayo ya se presentó la primera comunidad energética de Euskadi, Ekindar, y el estadio de Athletic Club de Bilbao se convirtió en la primera comunidad energética solar de la Liga.
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