La semana pasada, la italiana Falck Renewables anunciaba que su proyecto PSFV Campos de Levante, ubicado en Chiva y con una capacidad de acceso de 100 MW, había sido el primero en obtener el Certificado UNEF de Excelencia en Sostenibilidad y la conservación de la Biodiversidad para plantas fotovoltaicas.
“Aunque no conozco el órgano que emite el certificado, por lo que he leído lo hacen a través de un informe que contrata la propia empresa, sin conocer la idiosincrasia del pueblo, de un territorio y cómo le va a afectar, me parece, cuanto menos, atrevido que se atrevan a emitir ese certificado sin contar con todas las partes”, asegura el alcalde de Chiva, Emilio Morales Gaitán, que anuncia una batalla larga.
¿Diálogo?
El comunicado de UNEF en el que se anuncia el certificado explica que, para su obtención, se incluyen requisitos de excelencia socioeconómica que tienen en cuenta el impacto positivo sobre el empleo local, el diálogo con los actores locales o el efecto tractor en la economía nacional/regional/local, así como la compatibilidad con las actividades económicas existentes o el beneficio para la comunidad local y la biodiversidad.
“Se han puesto en contacto con la comunidad de regantes y sí se han reunido, pero la comunidad de regantes no está por la labor de que ese proyecto salga adelante porque implica la destrucción de un proyecto suyo de 7 años de regadío en el que llevan mucho tiempo y dinero invertido”.
Asegura el acalde que desde el Ayuntamiento se están impulsando e invirtiendo en comunidades energéticas municipales y que hay otras cinco empresas más con las que no tienen ningún problema. Sin embargo, con Falck, que promueve dos proyectos de 50 MW cada uno, “el problema es la ubicación concreta”. Hasta en tres ocasiones se han reunido con la empresa a la que han explicado que “se trata de una zona sensible, pero se han ido a lo fácil y a los barato”, explica. “Han tenido la complicidad de una inmobiliaria que forma parte de la directiva de la comunidad de regantes y que hizo muy bien su trabajo, utilizó las bases de datos para facilitar los nombres de los regantes. Es persona ya no está en la directiva”.
Impacto económico y visual brutal
En la entrevista con Juan Antonio Blanco, Director de Desarrollo de Negocio de Falck Renewables España se indicaba que el proyecto se encuentra fuera del ámbito delimitado por el Paraje Natural Municipal.
“Eso es cierto. No está en el paraje municipal, está a 60 m. Las especies, la flora y la fauna de nuestro ecosistema no entienden de lindes ni de fronteras de proyectos. Sí que entienden de 50 km de valla que van a instalar solamente en el primer parque. Van 47 islas para poder adaptarse al terreno, a las parcelas que no se venden, al cauce de agua permanente, que es el segundo aporte de agua a la Albufera, y a las especies de flora y fauna migratoria que tenemos, especies de interés, algunas en el libro rojo de especies protegidas, tenemos 150 árboles que podemos hacer monumentales que tienen que llevar su valla alrededor”, describe el alcalde Chiva.
“El segundo parque se queda a escasos 600 m del casco urbano, juntos son 8 millones de metros cuadrados, 10 veces el casco urbano. El impacto visual y la transformación económica del pueblo es brutal. La agresión socioeconómica y medioambiental supera con creces los beneficios y rentabilidad”.
El alcalde ha tenido conocimiento de los programas de beneficios sociales, ayudas y becas «que son bienvenidas, pero bien podrían ofrecerlas instalándose en otra zona, aquí el problema es la ubicación, que es de especial interés.”
Chiva, anuncia el alcalde, está trabajando en el desarrollo de un plan industrial. “Estamos en una zona privilegiada para inversiones industriales, en el eje de la A7 y la A-3. Si se instala una empresa de estas características, que crea 10 puestos de trabajo, pierdes la posibilidad de que se instale otra que pueda crear 2.000”.
Resistencia social
Hay una fuerte campaña de resistencia social en la zona que se inició ya en febrero. En el momento en el que el alcalde habla con pv magazine, se están recogiendo firmas en la calle para las alegaciones, y han obtenido más de 500 en un día y medio. “Estamos en Aliente, una plataforma con más de 30 asociaciones locales, y vamos a dar la batalla. No puede ser que una empresa pueda modificar el crecimiento económico o urbano del municipio, algo tendremos que decir”.
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