Peralta lleva tiempo diciendo que quiere ser un pueblo de cero emisiones. En los años noventa iniciaron su apuesta renovable e instalaron 46 MW eólicos. Hoy sus habitantes incrementan su apuesta liderados por su alcalde Juan Carlos Castillo, también presidente de la Federación Navarra de Ministerios y Concejos (FNML), para subirse al carro de la revolución energética. Pero no todo es tan fácil como cabría esperar.
Por un lado, tienen desde 2018 un proyecto de 370 MW con Iberdrola que no acaba de arrancar. A pesar de planificar este desarrollo en unos terrenos comunales de baja rentabilidad agrícola, el proyecto ha tenido que responder a un requerimiento del MITECO. Castillo apunta a una solución próxima, posiblemente en el mes de julio, que les podría permitir avanzar.
“Actualmente, esta pendiente de la aprobación de la DIA, por parte del Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno de España. A partir de la resolución sobre la DIA, si fuera favorable, en 5 o 6 meses estimamos que se debe conceder los permisos administrativos y de obras”.
Un caso claro en el que los ayuntamientos que quieren ser partícipes de la transformación energética chocan con las normativa.
“Son múltiples los problemas que puede haber. Desde los más básicos, porque puede no estar actualizado el Plan Urbanístico en lo referente al suelo no urbanizable y puede que se acabe optando por una zona que no sea de bajo impacto ambiental. Puede que la ubicación que se escoja sea de alta de productividad agrícola, que el procedimiento de desafectación de bienes comunales, relativa al uso y disfrute de los bienes comunales, no se saque con la suficiente agilidad. Hay muchos temas en los que trabajar para agilizar administrativamente el desarrollo de proyectos renovables en suelo comunal.
En este caso podría parecer que existen contradicciones en las exigencias medioambientales, apunta del Castillo. “Si los parques se plantean en zonas de bajo impacto ambiental y se pone problemas desde Medio Ambiente puede que haya contradicciones, porque se nos olvida que el reto de la reducción de emisiones de CO2, pasa por generar energía verde alternativa también, y a veces parece que se nos olvida”.
En un contexto de aceleración de la demanda debido a la crisis energética provocada por la invasión de Rusia a Ucrania, estos desencuentros pueden suponer un problema.
“El verdadero problema lo tenemos hace tiempo y es seguir generando energía a través de combustibles fósiles.
Otro gran problema es no marcar unas pautas claras y ágiles administrativamente y legalmente, para que el desarrollo de un parque renovable no sea un proyecto de década, porque no hay tanto tiempo para ello, o por lo menos la emergencia climática no nos lo da.
Creo que debe haber un equipo potente en el Gobierno de España, sincronizado con otros creados en los Gobiernos autonómicos, trabajando en la seguridad y agilidad del desarrollo de los proyectos renovables y de comunidades energéticas, y creo que hay unos mínimos que exigir a quién presente proyectos, como que no se planteen en zonas ambientales de protección y de acuerdo con el Ayuntamiento del municipio donde se va a implantar, entre otras como mínimo. Hay que mejorar el proceso de desarrollo de parques renovables y de comunidades energéticas”.
Peralta, por otro lado, también está involucrado en el proyecto de comunidades energéticas lanzado por la Cámara Navarra de Municipios y Concejos en el que participan 29 ayuntamientos y para el que han pedido una subvención.
Se trata de un proyecto con “un presupuesto de algo más de 5 millones de euros, del que se solicita el 55%, y una potencia pico de 3,9 MW y 3,3 MW nominal. Ya de ha solicitado la subvención al IDEA y se está pendiente de la resolución de estas ayudas.
De momento hay más dudas que problemas. “Hasta ahora no hemos encontrado muchos problemas porque estamos en un momento inicial. La principal duda es la cesión de espacios públicos para utilización de la Comunidad energética, pero poco a poco se van resolviendo las dudas. Castillo tiene una demanda muy concreta, “sobre todo que haya mucha claridad jurídica y administrativa para la constitución y funcionamiento de las comunidades energéticas, pero veremos si a medida que vayamos avanzando con el proyecto irán surgiendo otras».
El alcalde, que quiere ver realizado su sueño de hacer de Peralta un pueblo de cero emisiones, concluye con una invitación para hacer partícipes a la ciudadanía en el proceso de transformación del modelo energético.
“Las administraciones públicas, especialmente las locales, somos clave, debemos ir por delante para ir introduciendo la cultura de las comunidades energéticas entre la población”.
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