Apulia es una de las regiones italianas con mayor índice de capacidad fotovoltaica instalada, debido a sus altos niveles de radiación solar y a la disponibilidad de terreno. El desarrollo de las plantas fotovoltaicas a gran escala fue particularmente fuerte en el período 2009-2014, cuando se concedieron generosas tarifas de alimentación en el marco de los llamados programas de incentivos Conto Energia. Además, entonces había normas favorables para los procesos de aprobación y los permisos ambientales.
Tras esta turbulenta y dinámica fase -en la que la región acogió más de 2,5 GW de energía solar instalada en pocos años-, la aceptación social de los parques solares comenzó a disminuir. Las autoridades locales empezaron a introducir más restricciones. En particular, las autoridades regionales aprobaron un plan de protección del paisaje (Piano Paesaggistico Territoriale Regionale – PPTR), que afecta a la posibilidad de instalar plantas fotovoltaicas en zonas agrícolas.
Como consecuencia, conseguir las autorizaciones en la región para los parques solares se convirtió en un verdadero reto que rozaba lo imposible. Los inversores empezaron a mirar a otras regiones, como Sicilia o Cerdeña, que han introducido recientemente una legislación más flexible para la energía fotovoltaica.
Pero no todo está perdido para Apulia. Una reciente sentencia de su Tribunal Administrativo Regional ha demostrado que las autoridades municipales y regionales deben revisar caso por caso los proyectos y no pueden denegarlos solo porque se ubiquen en zonas agrícolas.
«Se han rechazado muchos proyectos solo porque estaban en zonas agrícolas y, según el plan de protección del PPTR, esto puede afectar al paisaje agrícola», dijo Emilio Sani, del bufete de abogados Sani Zangrando. «El tribunal subrayó que estar en zonas agrícolas no puede ser un obstáculo en sí mismo y que en la evaluación del proyecto hay que tener en cuenta sus características reales y específicas y, en particular, si puede combinar la actividad agrícola y la producción de energía».
El tribunal aceptó las alegaciones del promotor X-Elio Italia 5 S.r.l, sociedad de la española X-Elio, de que la provincia de Taranto, el Ministerio italiano de Bienes Culturales y Medio Ambiente y la agencia regional de medio ambiente ARPA habían contribuido a denegar la evaluación de impacto ambiental de un parque solar de 68,4 MW en el municipio de Ginosa.De salir adelante, se prevé que la construcción del proyecto comience en 2023 y entre en funcionamiento comercial en 2024.
«Esta sentencia es importante para los procedimientos en curso», dice Sani. «Si la región va a aplicar los principios de la decisión judicial, las autoridades encargadas de la evaluación ambiental deben realizar un análisis más profundo de los proyectos y conceder una consideración especial a los proyectos que combinan la agricultura y la producción de energía eléctrica».
El tribunal dijo que la decisión de denegar la aprobación medioambiental dependía del carácter agrícola del emplazamiento. Sin embargo, según el tribunal regional, las autoridades no pueden denegar a priori las autorizaciones de plantas fotovoltaicas en zonas agrícolas. «Pueden modular, restringir o limitar un proyecto», dijo el tribunal. «Pueden introducir límites cualitativos y cuantitativos, pero no pueden prohibir».
El tribunal no hizo ninguna referencia a las normas nacionales para la agrovoltaica. «A efectos de la autorización, lo que hay que evaluar es solo la posibilidad de continuar o reiniciar las actividades agrícolas», explicó Sani. «Las normas específicas que se están desarrollando para las plantas agrovoltaicas no deberían ser relevantes, ya que estas están destinadas a especificar lo que tiene derecho a recibir los incentivos otorgados a través del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR)».
La planta solar debía construirse con paneles fotovoltaicos a una altura de 2 metros. Incluía largas distancias entre las filas de paneles, dejando el 95% de la superficie disponible para actividades agrícolas. En la instalación se iban a cultivar olivos, tomates, melones y pimientos.
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