Tras la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación, una industria solar energizada está apuntando alto y visualizando un futuro en el que Estados Unidos tenga una sólida cadena de suministro de energía nacional. La nueva hoja de ruta de la SEIA traza el camino para lograr este objetivo, con una meta de 50 GW de capacidad de fabricación solar anual para 2030.
Estados Unidos ha sufrido numerosas presiones que amenazan el suministro de módulos solares importados del extranjero. Con los objetivos de descarbonización y climáticos amenazados por esta escasez, el país se está volcando en impulsar la fabricación nacional para impulsar la transición energética.
El Departamento de Energía (DoE) afirma que «una gran expansión de la fabricación fotovoltaica en Estados Unidos podría mitigar los retos de la cadena de suministro mundial y suponer enormes beneficios para el clima, así como para los trabajadores, los empleadores y la economía de Estados Unidos». En un estudio concluyó que la producción de Estados Unidos podría alcanzar los 10 GW en dos años, los 15 GW en tres años y los 25 GW en cinco años en su camino hacia los 50 GW de producción anual.
El informe «Catalyzing American Solar Manufacturing» explora cómo Estados Unidos puede pasar de su estado actual de producción limitada a una cadena de suministro de energía nacional completa y que impulse la economía.
Actualmente, el país tiene capacidad para producir materiales como silicio de grado metalúrgico, polisilicio, acero, aluminio, resinas, bastidores y soportes. Sin embargo, existen importantes lagunas en la cadena de suministro. En la actualidad, Estados Unidos no dispone de capacidad de fabricación de lingotes, obleas o células solares y sólo tiene una capacidad modesta para producir módulos solares, inversores y seguidores, según la SEIA. En consecuencia, estos segmentos deben ser el objetivo en el camino hacia los 50 GW.
El informe de la SEIA afirma que, con la correcta aplicación de los nuevos incentivos de la Ley de Reducción de la Inflación, Estados Unidos debería estar en camino de alcanzar, o incluso superar, el objetivo de 50 GW en todos los segmentos de la cadena de suministro solar.
Según la SEIA, los fabricantes nacionales deberían centrarse en desarrollar primero la producción en sentido descendente y rellenar los componentes con importaciones mientras se desarrolla la producción nacional en sentido ascendente. Mientras que la ampliación de la capacidad de producción nacional de módulos llevará de dos a tres años, pasarán de tres a cinco años antes de que haya una capacidad de fabricación nacional significativa de lingotes, obleas y células.
La SEIA afirma que las inversiones en fabricación deben programarse de forma inteligente y teniendo en cuenta la demanda. Por ejemplo, la ampliación de las operaciones de lingotes y obleas solares antes de que se ponga en marcha la nueva capacidad de fabricación de células en el país podría dejar de lado las nuevas inversiones. Tampoco se puede pasar por alto la importancia del suministro de materias primas nacionales y la financiación de las evaluaciones de impacto ambiental correspondientes. Por ejemplo, la construcción de nueva capacidad nacional de vidrio solar mejorará significativamente la competitividad de los costes del montaje de módulos en Estados Unidos.
Los fabricantes de Estados Unidos deben crear productos de gran demanda, vendiendo a un precio competitivo y entregando productos de calidad. Según el informe, esta competitividad de costes sólo se conseguirá a gran escala, lo que requiere una importante inversión inicial.
Tras la Ley de Reducción de la Inflación, es ry que los inicios de las instalaciones de fabricación a gran escala comiencen en 2023. Las primeras fábricas nuevas apoyadas por estas políticas comenzarán a producir en 2025, o ya en 2024 para los seguidores, los bastidores y las inversiones agresivas en la fabricación de inversores y módulos.
El éxito de la construcción requerirá una mano de obra sólida en Estados Unidos. Según el informe, esto dependerá de la colaboración entre las empresas, las agencias gubernamentales y las instituciones de educación superior, para avanzar en la formación técnica específica de la energía solar y en los programas de transición a la carrera profesional. La diversidad, la equidad, la inclusión y la justicia deben ser fundamentales en la estrategia de mano de obra de la transición energética.
El informe completo puede leerse aquí (en inglés).
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