Aldea Energy incluye las baterías en sus comunidades fotovoltaicas

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La startup valenciana de autoconsumo Aldea Energy ofrece baterías virtuales a sus clientes para aprovechar al máximo los excedentes de energía producidos por los paneles solares instalados en comunidades o edificios unifamiliares. Esta energía se almacena en un monedero o batería virtual una vez convertida en euros a precio de mercado. Los ahorros generados en esta cartera digital se utilizan para reducir la próxima factura eléctrica del consumidor, pero también se ofrece la posibilidad de dedicarlos a una segunda residencia, viviendas de otros familiares, o comercios, entre otros.

La compañía pretende cerrar el año con más de 50 baterías virtuales contratadas y está estudiando incluir las baterías físicas en las nuevas comunidades solares.

Aldea Energy ofrece autoconsumo llave en mano y se encarga de todo el proceso, desde el dimensionamiento del sistema hasta la legalización de la instalación y del mantenimiento posterior de los equipos. Además, han creado un departamento dedicado a buscar subvenciones disponibles para abaratar el coste.

También ha desarrollado la figura de comunidad solar para las viviendas que se encuentran en un bloque de pisos, donde los participantes se benefician de una suscripción mensual que se basa en un coeficiente de la instalación. Los clientes contratan una parte la instalación sin tener que hacerse responsable de toda ella.

Para aquellas comunidades de vecinos que buscan un ahorro en la factura de la luz, pero no pueden invertir en una instalación, Aldea Energy ha desarrollado ‘Aldea SES’, un servicio energético que permite instalar en su cubierta, sin inversión previa, una instalación de autoconsumo solar. Durante los primeros 15 años, Aldea Energy gestionará la instalación, así como su mantenimiento y ofrecerá a la comunidad de vecinos un alto porcentaje de ahorro en la factura de la luz. Transcurrido este periodo, la instalación pasa a ser de los vecinos. A pesar de que el contrato con la comunidad tiene una duración máxima de 15 años, los propietarios de la cubierta pueden adquirir la instalación antes de que pase ese plazo.

Por último, para las empresas ofrece acuerdos de compraventa de energía (PPA o PPA Flex) sin necesidad de inversión previa, pero con precios fijos por la energía generada por la instalación. Durante los primeros años, la empresa simplemente paga por la energía consumida, sin necesidad de invertir en la instalación. Luego, después de un período acordado (generalmente alrededor de 10 años), la instalación pasa a ser propiedad de la empresa.

 

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