Filial de Endesa comienza la recogida de baterías para su reciclaje

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Novolitio, una empresa creada por Endesa y Urbaser para el desarrollo de la primera planta de reciclaje de baterías de la península, ha comenzado a dar servicio para la recogida y reciclaje de baterías de litio.

Los socios esperan finalizar la tramitación de los permisos en los próximos meses para la construcción de su planta de reciclaje en el polígono industrial El Bayo, en Cubillos del Sil (Castilla y León), donde invertirán 25 millones de euros en una parcela 15.000 m2. Antes anunciaron que cuando el complejo esté a pleno rendimiento generará 49 puestos de trabajo de forma directa.

Una vez que la planta esté operativa, las baterías se descargarán eléctricamente, y se clasificarán desmontadas, para su posterior tratamiento en las nuevas instalaciones. En función de la tipología de baterías, volúmenes y estado, Novolitio se encarga de proporcionar los envases y materiales necesarios para cumplir la normativa vigente en materia de transporte de mercancías peligrosas.

La planta forma parte del plan de acompañamiento diseñado por Endesa para mitigar las consecuencias del cierre de la central térmica de Compostilla II y cuenta con el apoyo del Ministerio de Transición Ecológica, la Junta de Castilla y León, las alcaldías de Ponferrada y de Cubillos del Sil y la Universidad de León.

Además, la compañía ha sido propuesta para recibir una ayuda de 1,1 millones de euros del Instituto para la Transición Justa, que valora el carácter innovador del proyecto, su aportación a la diversificación del tejido productivo del Bierzo, con una iniciativa vinculada a la economía circular, y su potencial para la generación de empleo en la zona.

La nueva instalación contará con tecnología a escala industrial gracias a un programa de I+D que ha permitido implantar mejoras en las diferentes soluciones de extracción, diagnóstico, descarga y reciclaje de los componentes de las baterías.

Novolitio priorizará la reutilización al reciclaje en la planta, donde se realizará un diagnóstico previo del estado de las baterías, comprobando de esta manera qué celdas son susceptibles de ser utilizadas en una nueva aplicación menos intensiva. Aquellas que cumplan con los requisitos serán entregadas a integradores para el desarrollo de productos de segunda vida, alargando así su vida útil.

Por otra parte, las baterías que no se puedan reutilizar se someterán a un proceso de reciclaje consistente en la trituración y separación de los componentes, valorizando por encima del 90% de las materias primas. Esto permitirá reciclar los materiales presentes, como aluminio, cobre y plásticos, así como el black-mass, un polvo metálico con un elevado contenido en metales de alto valor añadido. Este material es el que permite el almacenamiento de la energía y contiene diferentes sales metálicas que, en función de la química de la batería, constituyen una fracción rica en metales estratégicos, de gran valor en Europa, como son el cobalto y el níquel, ambos esenciales para la fabricación de baterías.

La empresa explicó que el uso de metales reciclados reduciría la huella ambiental de las nuevas baterías haciendo más sostenible su proceso de producción.

Urbaser es una empresa especializada en soluciones medioambientales que es activa en más de 15 países a través de una red de más de 50.000 empleados y 150 plantas de reciclaje.

La planta propuesta permitirá la reutilización, reciclado y la valorización del 90% de las baterías gestionadas.

Imagen: Endesa-Novolitio

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