Los sistemas fotovoltaicos son una inversión segura

Una nueva investigación realizada en Alemania demuestra que invertir en sistemas fotovoltaicos residenciales sigue siendo una opción óptima incluso cuando se aplican reducciones de precios en la electricidad y el gas natural. Los científicos cuantificaron el ahorro que los sistemas fotovoltaicos lograron entre 2019 y 2022, cuando la crisis del COVID-19 y el estallido de la guerra en Ucrania hicieron que los precios en los mercados eléctricos fueran extremadamente volátiles.

septiembre 20, 2024 Emiliano Bellini

Imagen: Molgreen, Wikimedia Commons

Científicos de la Universidad RWTH de Aquisgrán han analizado la influencia que las medidas políticas adoptadas por el gobierno alemán para combatir la subida de los precios de la energía en los últimos años han tenido en la rentabilidad de los sistemas fotovoltaicos residenciales y han llegado a la conclusión de que las reducciones de precios del gas eléctrico no «revierten» la ventaja económica de desplegar una instalación solar.

Los investigadores analizaron, en particular, las medidas adoptadas por las autoridades alemanas tras el inicio de la crisis de COVID-19 y las adoptadas tras el estallido de la guerra en Ucrania. Su análisis se centró en los posibles ahorros logrados por las inversiones fotovoltaicas realizadas para viviendas unifamiliares (SFH) durante ese periodo.

«Para los costes anuales totales del sistema, consideramos las inversiones anualizadas, los costes operativos fijos de mantenimiento y los costes operativos variables anuales», explicaron, señalando que se tuvo en cuenta una amplia gama de tipos de hogares. «Un hogar de tres personas en un parque de edificios construido entre 1979 y 1990 funciona como referencia en todo el análisis de resultados».

El análisis mostró que, de 2020 a 2021, el primer factor que disminuyó el ahorro de los sistemas fotovoltaicos fue la reducción progresiva prevista de las tarifas de alimentación. Luego, en 2022, aunque la crisis energética desencadenada por la guerra en Ucrania provocó un aumento de los precios de la electricidad, el ahorro se redujo aún más para aquellos que decidieron instalar un sistema fotovoltaico debido al aumento de los precios de los paneles.

«La tendencia decreciente se invierte para todos los hogares en 2023, aunque los costes de inversión se mantienen en un nivel elevado», declaró el grupo. «El aumento puede explicarse por la subida de los precios de la electricidad y la exención fiscal del IVA para la fotovoltaica a partir de 2023 que pone en marcha el Gobierno alemán. Además, la eliminación de la ley que limita la inyección fotovoltaica a la red al 70% de la potencia nominal aumenta los beneficios de la inyección».

El equipo de investigación destacó que, de 2019 a 2022, el precio medio diario en el mercado intradiario de la electricidad subió de 62,7 euros (69,8 dólares)/MWh a 322 euros/MW. Como consecuencia, el Gobierno alemán introdujo una serie de reducciones del precio de la energía. En 2023, por ejemplo, fijó precios fijos de 0,40 euros/kWh para la electricidad y 0,12 euros/kWh para el GN para el 80% de la demanda anual del año anterior.

El análisis demostró que las instalaciones fotovoltaicas eran económicamente beneficiosas durante el periodo analizado.

También demostró que el número de residentes es crucial para determinar el ahorro conseguido por el propietario de un sistema fotovoltaico. Por ejemplo, un hogar de dos personas tiene entre 59 y 123 euros menos de ahorro anual que uno de tres, mientras que uno de cuatro personas tiene entre 65 y 135 euros más de ahorro que uno de tres.

Los investigadores también descubrieron que, aunque la instalación de una batería podría hacer a los propietarios de sistemas fotovoltaicos más independientes de la red y menos vulnerables a las subidas repentinas de precios, la rentabilidad de las soluciones de energía solar más almacenamiento sigue siendo hasta ahora limitada, según los investigadores.

«Como perspectiva de futuro, la proyección para 2030 indica que se espera que un HSS de 9,4 kWh en combinación con solar fotovoltaica sea siempre menos atractivo económicamente que el hogar estándar fósil», explicaron además. «Aunque cabe esperar que los costes de inversión para el HSS disminuyan sustancialmente hasta 2030, se prevé que los precios de la electricidad también disminuyan».

El análisis también indicó que invertir en la combinación de FV con una batería y una bomba de calor es económicamente menos atractivo que invertir sólo en una bomba de calor, aunque la hibridación de las tres tecnologías se define como una solución «factible» para reducir la dependencia de la red. «No obstante, para el hogar típico de tres personas invertir en energía solar fotovoltaica y una bomba de calor aerotérmica sigue siendo económicamente muy beneficioso, con un ahorro de 1.028 euros en 2023».

Sus conclusiones se presentaron en el estudio «Quantifying benefits of renewable investments for German residential Prosumers in times of volatile energy markets» (Cuantificación de los beneficios de las inversiones en energías renovables para los prosumidores residenciales alemanes en tiempos de mercados energéticos volátiles), publicado en nature communications.

«En general, los resultados indican que el panorama cambiará sustancialmente de aquí a 2030», concluyen los académicos. «Se prevé que el ahorro de costes y la reducción de emisiones con los sistemas fotovoltaicos disminuyan con la progresiva descarbonización de la red eléctrica pública. Por lo tanto, en los próximos años debería estudiarse detenidamente una reevaluación de los mecanismos de remuneración al aspirar a tasas de crecimiento constantes de la energía solar fotovoltaica residencial».

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