La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que las energías renovables representen «casi la mitad» de la generación mundial de electricidad en 2030, concretamente el 46%. Por lo tanto, las energías renovables «se están expandiendo tan rápido que están superando los objetivos fijados por los propios gobiernos». Esto es cierto al menos para muchos países, resume la AIE en su último informe «Renewables 2024». Alrededor de 70 países, que en conjunto representan el 80% de la capacidad mundial de generación de electricidad a partir de energías renovables, alcanzarán o superarán sus respectivos objetivos para 2030.
Sin embargo, la conclusión es que la previsión sigue siendo pesimista, y no sólo porque estima que la cuota de las energías renovables en el consumo total de energía mundial en 2030 se situará justo por debajo del 20%. Incluso en el sector eléctrico, que está ganando importancia rápidamente, la capacidad total instalada prevista para 2030 sólo sería 2,7 veces superior a la de 2022. En la Conferencia Mundial sobre el Clima COP28 se acordó triplicar este objetivo en 2023. Esto también sería un paso necesario hacia el objetivo de cero emisiones proclamado por la AIE para 2050.
No obstante, según el informe de la AIE, alcanzar el objetivo intermedio de 2030 es «fácilmente posible» si los gobiernos utilizan las opciones disponibles a corto plazo. Para ello, no sólo habría que elaborar planes convenientemente adaptados, sino sobre todo mejorar la cooperación con los «países emergentes y en desarrollo» para crear mejores condiciones de financiación.
En conjunto, el informe parte de la base de que en los siete años que van de 2024 a 2030 se instalarán en todo el mundo unos 5,5 teravatios de nueva capacidad en sistemas de energías renovables para la generación de electricidad, de los cuales 670 gigavatios se instalarán este año. En los seis años anteriores -de 2017 a 2023- sólo se añadió alrededor de un tercio de esta cantidad.
La previsión actual tiene «dos fuerzas motrices: la fotovoltaica y China», según el informe. La fotovoltaica representa el 80% del aumento total previsto de la capacidad instalada, lo que la convierte en la tecnología renovable con mayor generación mundial en 2030 (unos 6.000 teravatios hora; ver gráfico). La AIE también espera una recuperación significativa de la energía eólica y una duplicación del ritmo de expansión en comparación con las escasas tasas de 2017 a 2023. Con alrededor de 5 teravatios hora, la eólica y la hidroeléctrica estarían más o menos a la par en 2030, con una pequeña ventaja a favor de la eólica. Según la previsión, la solar y la eólica juntas sustituirán a la hidroeléctrica como la forma más importante de energía renovable para la generación de electricidad ya este año.
Según la previsión de la AIE, China, a su vez, representará casi el 60% de la expansión total prevista de las energías renovables en el sector eléctrico para 2030. En total, casi la mitad de la capacidad mundial de energías renovables se instalaría entonces allí. Los autores del informe prevén que la mayor tasa de crecimiento de todas las grandes economías se registre en India, donde se espera añadir 350 gigavatios entre 2024 y 2030, más del triple que en los siete años anteriores.
España lidera la buena gestión de los vertidos
La Agencia prevé que este 2024 se produzcan ralentizaciones en nuestro país: en general, calcula en que Europa, el crecimiento fotovoltaico disminuya un 7% en 2024 con respecto a 2023, principalmente debido a la reducción de los incentivos solares fotovoltaicos en Polonia y a los menores volúmenes de subastas en España. La expansión de la energía solar fotovoltaica distribuida también se está desacelerando en España y se mantiene estable en Alemania.
Se prevé que la capacidad renovable acumulada en Europa aumente 700 GW (78%), pasando de 894 GW en 2023 a casi 1 600 GW en 2030. La mayor parte (70%) de la expansión se concentra en sólo siete países, encabezados por Alemania, seguida del Reino Unido, Italia, Turquía, Francia, España y los Países Bajos. La energía solar fotovoltaica representa con diferencia la mayor parte, con casi el 70% del crecimiento de la capacidad de la región durante 2024-2030. Durante el periodo de previsión, se prevé la entrada en funcionamiento de 478 GW de energía solar fotovoltaica, más del triple que la eólica terrestre y ocho veces más que la marina.
Señala como fuerzas de crecimiento las subastas y los PPAs: en nuestro país, el crecimiento se centra en el segundo motivo, los contratos de compraventa de energía, que lidera en Europa.
Por otro lado, respecto al almacenamiento, la Agencia calcula que actualmente hay más de 540 GW de proyectos de almacenamiento standalone con baterías en espera de conexión a la red en Estados Unidos, Reino Unido, Australia, España y Chile. De esta capacidad, más de 55 GW se encuentran en la última fase de desarrollo, siendo Estados Unidos el país con la mayor cantidad (64%), seguido de España (19%), Reino Unido (12%), Australia (5%) y Chile (menos del 1%).
Además, la AIE señala que España tiene una de las mayores cuotas de energía renovable variable, con casi el 40% de su electricidad procedente de energía eólica y solar fotovoltaica en 2023. En conjunto, las energías renovables representaron más del 50% de la generación eléctrica del país el año pasado. A pesar de este alto nivel de penetración de las renovables, España ha logrado mantener los vertidos técnicos relativamente bajos en comparación con otros mercados, aunque ha ido en aumento desde 2022.
La eólica ha protagonizado los vertidos en nuestro país, con volúmenes que se han mantenido relativamente estables a lo largo de los años y que suponen un 60% del curtailment, mientras que los vertidos fotovoltaicos han aumentado rápidamente con la rápida expansión de esta tecnología, sobre todo en los meses de verano, superando a las de la eólica.
El informe destaca que ha sido posible mantener los vertidos técnicos en estas tasas gracias a la gran granularidad de la observabilidad (>1 MW) y la controlabilidad (>5 MW) de las unidades en todo el sistema eléctrico por parte del TSO, así como a los sólidos datos de previsión y en tiempo real, hecho que destacó la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor, en el Foro Solar de UNEF celebrado esta semana en Madrid. En 2022, el TSO español introdujo un sistema automático de reducción de potencia (SRAP) que envía automáticamente señales a las unidades cuando detecta restricciones en la red de transporte, de modo que sólo se producen vertidos si tiene lugar un incidente y no de forma preventiva, como en el enfoque clásico. La participación en este sistema ha ido en aumento desde su puesta en marcha, y cubría unos 50 GW a mediados de 2024.
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