Primero las buenas noticias: poco después del cambio de año, no han cambiado mucho los precios de los módulos, ni los de los productos con eficiencias muy altas (high efficiency) ni los de las demás clases de módulos. Incluso los valores de los módulos de apariencia full black, que se volvieron a incluir en el índice de precios en enero, muestran en el mejor de los casos un movimiento mínimo. Los movimientos al alza de las clases de precios inferiores reconocibles en el gráfico y en el barómetro de precios al final de este artículo se deben en parte a la subdivisión actualizada de las clases. Como consecuencia de los avances tecnológicos, la frontera entre los módulos de alta eficiencia y los módulos convencionales se sitúa ahora en el 22,5% (más adelante hablaremos de ello).
Pero ahora vienen las noticias no tan positivas. De hecho, parece confirmarse lo que predije el mes pasado: la disponibilidad de algunos productos se deteriora cada vez más. En el sector de los módulos, se ven especialmente afectadas las clases de mayor rendimiento, que en el pasado reciente sólo estaban disponibles en cantidades limitadas y a menudo sólo se suministraban a clientes seleccionados, así como los módulos de proyecto para grandes instalaciones, que siempre se han fabricado principalmente por encargo. En este caso, solo hay producto disponible si los proyectos ya encargados se cancelan o posponen indefinidamente.
También existe actualmente un claro cuello de botella en el acceso a corto plazo a inversores y sistemas de almacenamiento de determinadas marcas y tipos. Por ello, muchos proveedores están intentando cambiar a sus clientes a productos alternativos. Una de las razones de ello es que los procesos de entrega de las empresas de transporte y los transportistas de mercancías se están restableciendo lentamente tras las vacaciones de Navidad. Sin embargo, los retrasos deliberados en el inicio de la producción también pueden influir en algunos fabricantes. Recordemos que se produjo una caída descontrolada de los precios debido a la sobreproducción y la consiguiente competencia destructiva dentro de Europa, que los fabricantes chinos quisieron contrarrestar con una escasez artificial.
Desgraciadamente, en noviembre y diciembre del año pasado, todo lo que estaba en los almacenes o ya en los barcos se lanzó al mercado a precios bajísimos para no presionar demasiado los libros de cuentas y, por tanto, las cuentas anuales. Inevitablemente, gran parte de este material sigue ahora en circulación o en reserva con los promotores. En consecuencia, la demanda de bienes nuevos es muy limitada en un mercado que ya está tranquilo en el primer trimestre de cada año. Puede pasar mucho tiempo antes de que estos bienes en stock se instalen en los proyectos. En Alemania, en particular, es probable que la demanda sea débil en la primera mitad del año, ya que hay una notable incertidumbre en todos los lados y en todos los niveles de la cadena de valor solar en vista del próximo cambio de gobierno – por no hablar de los efectos imprevisibles de la vuelta al poder del presidente Donald Trump en los EE.UU. sobre la economía mundial.
Por lo tanto, que los precios de los módulos suban, se estanquen o incluso vuelvan a bajar depende crucialmente de cómo evolucione la demanda nacional e internacional en los próximos meses: casi todo es posible, nada es seguro.
Pero veamos ahora de nuevo los cambios introducidos en el índice de precios de los módulos. Los módulos comparativamente caros con potencias de 440 y 445 Wp con una superficie de menos de 2 m2 o de 575 y 580 Wp con una superficie de unos 2,6 2 m2, por ejemplo, que hace seis meses todavía eran extremadamente raros, ahora se han convertido en un producto de masas para muchos productores. Por tanto, tiene sentido desplazar el límite de eficiencia entre las clases del índice, como se ha hecho regularmente en el pasado. Los productos se clasifican ahora como productos de alta eficiencia a partir de una eficiencia bruta (incluido el marco) del 22,5% o una potencia de módulo de 450, 505, 585, 610, 700 Wp, etc., según el formato disponible. Por desgracia, no siempre se puede confiar en la información facilitada por el fabricante en la ficha técnica. Al parecer, algunos de ellos no incluyen la superficie ocupada por el marco del módulo en sus cálculos a la hora de especificar la eficiencia.
Como es natural, el cambio de clases provoca ciertas incoherencias en la lista de precios de los módulos con respecto a los valores del mes anterior, ya que a los proveedores les gusta cobrar más por las clases de mayor rendimiento, aunque el producto sea el mismo en cuanto a tecnología de producción. Por ejemplo, el marcador de precios de los módulos convencionales calculado en enero contiene entre tres y cuatro de las clases de rendimiento que seguían asignadas a los módulos de alta eficiencia en diciembre. Este marcador del índice, a su vez, contiene algunos módulos más baratos menos que en el mes anterior. La incertidumbre correspondiente se muestra sombreada en la figura anterior. Por tanto, según el antiguo método de cálculo, el aumento en el punto de precio dominante no sería tan fuerte como sugiere la curva de precios, mientras que los precios de los módulos de la clase de alta eficiencia han vuelto a bajar moderadamente si se consideran individualmente, en lugar de estancarse.
Por último, pero no por ello menos importante, he aquí una explicación de la nueva inclusión de los módulos full black en el índice de precios de pvXchange: En los dos últimos años, me han preguntado a menudo por el paradero de esta clase de módulos, que seguía incluida en el índice hasta abril de 2022. En ese momento, sin embargo, ya no había ninguna diferencia notable entre los precios de los módulos de alta eficiencia con o sin lámina negra. En ese momento, el marco negro de los módulos para sistemas de tejado estaba ganando terreno en el sector de los clientes finales, que también se convirtió en el único canal de venta de productos puramente negros en general. Sin embargo, también es aquí donde se localiza la principal demanda de las clases de mayor rendimiento en el formato de dos metros cuadrados. En general, la sensibilidad a los precios es aquí menos elevada que en el sector comercial y de grandes superficies. Como resultado, en los últimos dos años se ha establecido una diferencia de precio de unos céntimos de euro por vatio pico entre los productos en blanco y negro (marco negro) y los módulos puramente negros (negro total).
Sin embargo, esto no puede explicarse por los diferentes costes de producción de los módulos vidrio-vidrio que hoy se fabrican predominantemente bifaciales, ya que ambos tipos, incluidas las láminas utilizadas, tienen una estructura de módulo idéntica. La diferente apariencia se consigue únicamente mediante la correspondiente impresión precisa en la parte posterior del cristal frontal, con color blanco o negro. De este modo, los espacios entre las células son opacos en el color deseado o transparentes si se ha omitido la impresión. Como resultado, pronto dejarán de existir diferencias significativas entre las clases de rendimiento disponibles en el mercado para los módulos negros y blanco y negro del mismo tipo, puesto que ya no hay amplificación de potencia por reflexión en una lámina posterior blanca.
Por tanto, la diferencia de precio que se observa se debe únicamente a la disposición de muchos clientes del mercado a pagar más por los productos negros. Una posible justificación podría ser la clasificación más meticulosa de las células, que es esencial para obtener un aspecto negro intenso homogéneo. Sin embargo, ni siquiera esto puede darse siempre por sentado si nos fijamos en las quejas recurrentes sobre este tema. Veremos cuánto durará la disposición a pagar precios más altos y cuándo volverán a nivelarse. Mientras tanto, observamos y documentamos la evolución de los precios de los módulos negros y discutimos con los fabricantes la calidad óptica de sus productos, que debería ser la característica sobresaliente de esta clase de módulos y, por tanto, la razón decisiva para decidirse por ellos.
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